La ansiedad acerca de si la muerte de un individuo es un festín óptico para el espectador es tan antigua como San Agustín, que contaba en sus "Confesiones," la inútil resistencia que su protegido Alipyus hizo en los antiguos concursos de gladiadores, cuando Alipius fue literalmente arrastrado y protestando hacia la arena por sus amigos, el joven cerró sus ojos para no ver el baño de sangre que iba a ocurrir, sin embargo el rugido de la gente quebrantó su ánimo y cuando abrió los ojos de manera momentánea, se dió cuenta que "ya no era el hombre que habia venido a la arena, sino simplemente uno de tantos en la muchedumbre que observaba, una compañía ad-hoc para sus amigos que lo habían traído," Escribía San Agustín.
El temor al que nos sentimos atraídos y corrompidos por imágenes de sufrimiento no es nada nuevo, e imágenes de sufrimiento y muerte inminente son un ejemplo extremo de un mas largo cuerpo de imágenes que caen en la categoría de placer culpable, o sea, miramos el dolor ajeno que produce dolor e incluye asimismo desestabilidad emocional y aún una verguenza propia, desde luego que uno como observador Use da cuenta que gastamos un extraordinario lapso de tiempo de nuestras vidas al placer de observar noticias y fotos de gente extraña en su dolor. Agregemos asimismo imágenes que demonizan a nuestros enemigos en los deportes, política, etc. y uno se encuentra repentinamente inmerso en la categoría de los placeres ocultos, obscuros.
Esto es una fascinación visceral del ser humano que nos guste o no, proporciona un placer muy particular, un vistazo al lado desordenado de la vida y por consecuencia asimismo, de nuestros miedos.
La historia del arte esta llena de estos ejemplos y podemos observarlos en museos, es terrible a veces sentir la presencia de un Cristo sangriento en la cruz o ver imágenes de soldados carcajeándose del Cristo redentor en una pintura.
Facebook y Twitter se han convertido en un bazar de lo extraño e inusual, del dolor, al invitarnos a reírnos de políticos, artistas, y de campesinos acarreando a chivitos y gallinas en su motocicleta, los múltiples posts de las fotos son las mismas, los encabezados varían, la invitación a la barata y rápida emocionalidad es la misma , raras veces estas imágenes nos llevan a algo útil acerca del mundo, a menudo sacian nuestros apetitos que alguna vez fueron satisfechos al asistir a espectáculos sangrientos en el Coliseo.
El año 2012 y en lo que va del 2013 han sido y siguen siendo ricos en imágenes de muerte y sufrimiento, imágenes que muestran el sufrimiento de gente extraña en nuestros países y del resto del mundo, que posibilita sentirnos mejor en nuestra situación personal y de nuestra familia y amigos, un ejemplo sería la del policía Peruano arrastrado por las calles de Lima.
Nuestra visión moral del mundo se encuentra en conflicto con nuestra moral interna como personas, si no considerese lo siguiente: individuos que hacen click en cualquier fotografía en la galería de cualquier website que muestran artistas en bikini, con generosas lonjas y sin maquillaje se regodean con el mismo comportamiento en su vida real? Cuantos padres que encuentran esparcimiento en cualquier artículo de las "50 celebridades gordas del año" por ejemplo, sugerirían que sus hijos lo leyeran para reírse y criticar sugiriendo asi un comportamiento equivocado?
Estos comportamientos privados pero palpablemente público han convertido a la hipocresía en algo cuantificable y la cantidad es exhorbitante.. .
Quizás todo este torrente de imágenes y videos son simplemente una válvula de escape, pequeñas avenidas para ventilar impulsos primitivos pero necesarios en la web, para no practicarlos en nuestra vida real. O es esta hipocresía practicada en línea necesaria en esta época para definir nuestros valores reales en nuestra vida cívica? los tonos obscuros en esta era del internet y de la vida cibernética en la Nube definen la luz real en nuestras vidas? Quizá el entendimiento y empatía con billones de personas hace mas necesaria la afirmación de nuestras vidas y valores al entretenernos con el desfortunio de los demás, convirtiéndo a la web como un mecanismo de defensa primitiva para no perdernos en la inmensa muchedumbre.
Sería inapropiado decir que la belleza esta terminada, pero algo esta pasando, una brecha se esta ensanchando en la moral de esta vida que se encuentra en constante cambio dinámico. Si esto esta haciendo mella en la brecha de vida actual que nos invita a prestar mucha mas atención a la burla, lo pasajero, lo instantáneo que incita a lo mejor o peor de nosotros en esta era electrónica, en que lado encajamos, en que parte del abismo estaremos?